lunes, 22 de agosto de 2016

La Cucafera




La Cucafera es un monstruo de la mitología catalana que le suele emparentar con los dragones, y dado a su gran parecido, muchos folcloristas piensan que tiene su origen o está relacionado con la Tarasca provenzal.
Se le suele representar como una tortuga de un gran tamaño, con el caparazón protegiendo completamente el animal, con un cuello extensible cuya cabeza es más parecida a la de un cocodrilo. Se suele usar como asustaniños, a quienes se les explica que cada día se come trece gatos y tres niños vivos. En Tortosa (Tarragona), su figura aparece delante de la procesión de la Cinta, patrona de la ciudad, acompañada de sus dos hijas.

Otro aspecto popular de representar a la cucafera es como una especie de Dragón sin alas, que avanza arrastrándose por el suelo, gracias a un número indeterminado de patas.




viernes, 19 de agosto de 2016

La Cocollona




La Cocollona es una criatura de la mitología catalana en la ciudad de Girona. Se trata de un animal parecido a un cocodrilo con alas de mariposa que nació de la metamorfosis de una monja encerrada.
Dice la leyenda que en la orilla izquierda del Onyar, en el barrio del Mercadal, había un convento de monjas poco devotas y que llevaban una vida desordenada. Entre ellas había una novicia con verdadera vocación religiosa que les recriminaba la viada que llevaban.

Las otras monjas para no oír sus recriminaciones, la encerraron en una celda en el subterráneo del convento. Estuvo encerrada durante muchos años y debido a la mala alimentación, la oscuridad y la humedad le fueron saliendo por todo el cuerpo unas escamas hasta quedar convertida en una especie de cocodrilo. Pero debido a su santidad y pureza de alma también le salieron en la espalda, a pesar de su aspecto, unas maravillosas alas de mariposa de bonitos colores transformándose en Cocollona.

Cuando murió, su fantasma se veía nadando por el río Onyar muy cerca de donde había estado prisionera. Más o menos donde se empezó a ver, entre el puente de piedra y el puente de las pescaderías viejas. Se dice que solamente en las noches de luna llena, hacia el alba, los gerundenses sensibles, pueden ver la translúcida figura de la Cocollona nadando río arriba y abajo hasta que sale el primer rayo de luz…