martes, 16 de mayo de 2023

Recuerdos de mi niñez

 

Pesquera es un hermoso pueblo situado en la región de Cantabria, en el norte de España. Durante mi niñez, tuve la fortuna de nacer allí y guardo preciosos recuerdos de ese lugar.

El pueblo de Pesquera se encuentra rodeado de una exuberante naturaleza, con colinas verdes y un río que atraviesa el paisaje. Mis amigos y yo solíamos pasar muchas horas explorando los alrededores, construyendo cabañas en los árboles, escalando las rocas y descubriendo los secretos que guardaba la naturaleza.

Una de las cosas que más disfrutaba era corretear por las calles tranquilas del pueblo. Las casas de piedra y las calles empedradas le daban a Pesquera un encanto especial. Recuerdo las tardes en las que jugábamos a la comba en la plaza del pueblo, rodeados por los vecinos que observaban animados nuestros juegos.

Otro aspecto destacado de mi niñez en Pesquera fueron las festividades y tradiciones locales. En verano, se celebraban las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asunción. Durante esos días, las calles se llenaban de coloridas decoraciones y había música, bailes tradicionales y espectáculos para entretener a todos. También había una orquesta que amenizaba el baile para mayores y pequeños.

Además de las festividades, la vida en Pesquera era tranquila y apacible. Las personas se conocían entre sí y había un sentido de comunidad muy fuerte. Recuerdo visitar la panadería del pueblo con mi madre y saludar a los vecinos mientras comprábamos pan fresco y deliciosas empanadas.

La naturaleza también ofrecía muchas oportunidades para la diversión y la aventura. Los días soleados, íbamos a nadar al río o a disfrutar de un picnic junto a sus orillas. También había rutas de senderismo cercanas que nos permitían explorar bosques y descubrir hermosos paisajes como la Fuente del Rey, o la Calzada Romana de Somaconcha.

Uno de los aspectos más destacados de mi niñez en Pesquera fue la comida. Cantabria es conocida por su deliciosa gastronomía y en mi pueblo no era la excepción. Disfrutábamos de platos típicos como el cocido montañés, las rabas (calamares fritos) y los sobaos pasiegos, unos dulces tradicionales que siempre alegraban nuestras meriendas.

En definitiva, mi niñez en el pueblo de Pesquera en Cantabria fue una época llena de aventuras, amistades y conexión con la naturaleza. Ahora vivo en la ciudad, soy una señora mayor y  los recuerdos de esos días siguen vivos en mi corazón y siempre llevaré conmigo la magia y la belleza de ese lugar  tan especial.



 

lunes, 15 de mayo de 2023

Viaje a París


 

Había una vez, un grupo de amigas muy cercanas que decidieron hacer un viaje a París juntas. Fue un sueño hecho realidad para ellas, ya que siempre habían querido visitar la ciudad del amor y la luz.

Después de ahorrar durante varios meses, finalmente llegó el gran día y las amigas se encontraron en el aeropuerto para comenzar su aventura. Al llegar a París, se alojaron en un encantador apartamento en el barrio de Montmartre, cerca de la famosa Basílica del Sacré-Cœur.

Durante su primera noche en la ciudad, disfrutaron de una cena en un pequeño restaurante francés y luego caminaron por las pintorescas calles de Montmartre, admirando las vistas de la ciudad iluminada por la noche.

Al día siguiente, visitaron la Torre Eiffel, el símbolo más icónico de París. Subieron hasta la cima y disfrutaron de las impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. Luego, pasearon por los Jardines de Luxemburgo y se tomaron fotos en la famosa fuente de las Medici.

En los días siguientes, las amigas visitaron el Museo del Louvre, la Catedral de Notre Dame y la Basílica de Sainte Chapelle, y también se perdieron en las tiendas y cafeterías del Barrio Latino.

Una de las experiencias más memorables del viaje fue cuando visitaron el Palacio de Versalles, con sus hermosos jardines y opulentos interiores. Las amigas se sintieron como verdaderas princesas mientras caminaban por los pasillos del palacio.

Por las noches, disfrutaron de la vibrante vida nocturna de París, asistiendo a espectáculos de cabaret y escuchando música en vivo en pequeños bares y cafeterías.

Después de una semana increíble en la ciudad del amor, las amigas regresaron a casa con recuerdos inolvidables y una conexión más fuerte que nunca. Fue un viaje que nunca olvidarán y que siempre recordarán como una aventura única en la vida.

Dedicado a mis amigas que viajan esta semana a París.