Por eso hoy contaremos la leyenda del Culebre.
El Culebre es un misterioso dragón que las leyendas sitúan en una cueva en los acantilados de San Vicente de la Barquera.
Está emparentado con los grandes dragones de otras tierras. Como estos, tiene una sola cabeza y una enorme boca con terribles dientes por la que expulsa fuego y azufre. Sus ojos tienen el color de ascuas ardientes. Todo su cuerpo está cubierto de escamas y en su espalda posee unas pequeñas alas de murciélago que le permiten volar
Se cuenta que el Culebre tras varios siglos de longevidad ha perdido parte de sus poderes. Esto sucede sobre todo la noche de San Juan cuando se dice que fallan los encantamientos mientras que, según se habla, la noche de San Bartolomé sale de su cueva con sus poderes acrecentados, provocando tempestades y desatando el terror entre las tranquilas gentes de San Vicente.
Cuenta la leyenda que durante un tiempo el Culebre exigía como tributo una doncella virgen para devorarla, pero una vez, una de las doncellas invocó al Apostol Santiago para que la salvara de tan cruel muerte y entonces, el Culebre quedó herido en el pecho, soltó una nube de azufre por la boca y retorciéndose, dolorido y humillado, se metió en la cueva para no volver a pedir tributo a las gentes.