viernes, 10 de agosto de 2012

Cuento de verano (La fuente de Xana)





En el siglo VIII, el rey Mauregato de la pequeña monarquía asturiana, se había comprometido con los musulmanes a entregarles 100 doncellas cada año para desposarse con ellas.

El rey, celoso de su pacto, elegía cuidadosamente a las doncellas mas bellas del reino para ser entregadas. Un nutrido grupo de guerreros recorría ciudades y aldeas para elegir a las doncellas y éstas, pese a oponer resistencia, eran llevadas por la fuerza.

Sucedió un día que los guerreros se enteraron de que en Illas (Avilés), existía una joven muy bella, y raudos, hacia allí encaminaron sus pasos. Belinda, que así se llamaba la joven, sin sospechar en un principio los deseos de los visitantes, los recibió amablemente, pero cuando fue capturada, con gran habilidad consiguió que sus guardianes le permitieran ejecutar bellas danzas y canciones. La joven les ofreció bailar para ellos una danza maravillosa, pero esta tenía que ejecutarse en el campo, a la luz de la luna. Los guerreros, encantados con la gracia de Belinda, accedieron a su deseo y aquella misma noche salieron al campo.

Una vez que se vio libre, la joven corrió desesperadamente hasta una fuente no muy lejana con el deseo de esconderse en aquel lugar y asi burlar a sus captores. Una vez en la fuente, oyó con gran sorpresa como de su interior salía una voz que le decía: "Si quieres ser tu mi xana vivirás días dichosos". La joven, al oír estas palabras, preguntó que debía hacer para convertirse en xana; la respuesta no se hizo esperar: "Bebe un sorbo de mi agua, y te verás libre de los soldados y acabarás con el tributo".

Belinda así lo hizo y se convirtió en una joven de belleza sobrenatural. Cuando los soldados llegaron al lugar intentaron capturarla de nuevo, pero la joven xana los miró con sus maravillosos ojos verdes e inmediatamente todos los soldados se convirtieron en carneros. Los días pasaron y el Rey, impaciente, viendo que sus soldados no volvían, mando otro grupo a Illas para cumplir su orden, pero estos tampoco volvieron. El Rey, alarmado, mando reunir a todos sus soldados y, a la cabeza del ejercito, se dirigió a Illas.

Cuando llego al lugar pudo ver una gran cantidad de ovejas y carneros que pastaban apaciblemente alrededor de una fuente en la que se encontraba sentada una joven hermosísima que hilaba blancos copos de lana. Viendo que se trataba de un ser sobrenatural, se dirigió a ella y le pregunto si había visto a sus soldados, a lo que la xana le respondió que el no había enviado soldados, sino corderos. El Rey, enfurecido, contesto: "Repito que eran soldados, como los que vienen detrás de mi", a lo que la xana contesto burlonamente: "También son corderos, y tu puedes ser el pastor". El Rey volvió la cabeza y pudo ver como todo su ejercito se había convertido en un rebaño de mansos corderos; asimismo, sus lujosas ropas se habían transformado en las pobres prendas de un pastor.

Entonces, tembloroso, suplico a  xana que deshiciera el encantamiento y que el se comprometería a cumplir lo que ella deseara. La joven le pidió que renunciara al tributo de las cien doncellas, cosa que el Rey aceptó de inmediato y mandó un mensajero al reino musulmán para que explicara que el pacto quedaba roto ante la imposibilidad de cumplirlo. Desde entonces las doncellas no volvieron a ser capturadas.

martes, 7 de agosto de 2012

Cuento de verano(La magia del bosque)


Cecilia solo piensa en ir por la tarde a la plaza del pueblo para encontrarse con el anciano , sentarse a su lado y escuchar sus fantásticas historias que a ella le llegan al corazón ; se 
siente feliz y alegre , pues piensa que hay algo maravilloso en  los bosques de Cantabria.
Hoy la contará la magia del bosque.

Estrella se adentró en el bosque en busca de su pequeña hija; la niña había desaparecido entre los árboles no hacia ni cinco minutos, en un momento en que Esmeralda estaba preparando la merienda en aquella tarde de julio, calurosa y mágica... Estaba sentada a la sombra de un frondoso árbol, un sauce enorme que al menos tendría mas de doscientos años por la envergadura de su tronco.

Esmeralda que así se llamaba la pequeña, se adentró en el bosque intrigada por unos extraños ruidos que escuchó... No sabia que era pero notaba que la estaban llamando y así fue como desapareció...

Estrella entró en el bosque y llamando a gritos a la niña... estaba nerviosa y asustada, y esperaba que no la hubiese ocurrido nada... Se escuchaban tantas historias de niños desaparecidos que Estrella se aterrorizó y comenzó a llorar mientras seguía el pequeño camino que la llevaba a lo mas profundo del bosque...

De repente escuchó un sonido... como una música celestial... algo que nunca había escuchado antes... y un canto dulce y melodioso que invitaba a cerrar los ojos e imaginar cosas bellas, pero ella siguió y siguió caminando... Necesitaba encontrar a la niña de sus ojos... aquella niña a la que tanto amaba y que tanto la había costado sacar adelante después de que su amado Miguel las hubiese dejado solas.. El enfermó y se fue... al cielo... Estrella así lo desea creer...

La música sigue sonando pero Estrella no puede distinguir de donde viene... Parece que sonara por todo el bosque...

A lo lejos divisa un árbol gigantesco... Nunca había visto un árbol así... Pensó que ese árbol debía de tener mas de mil años... Era impresionante... Se diría que media mas que un edificio de veinte plantas al menos... era tremendo... y eso que lo estaba viendo de lejos....

Antes de llegar al árbol, la pareció que la hierba comenzaba a crecer a sus pies... Notaba como la tocaba la piel y también sentía un cosquilleo... Cuando miró hacia abajo, vio una gran cantidad de tréboles de cuatro hojas, pero no unos tréboles normales.. estos tréboles eran enormes,; Cada hoja era como una mano de Estrella... eran grandísimos... Estrella se quedó maravillada con esta visión... pero siguió caminando y llamando a su niña...

De repente, a uno de los lados del tronco del enorme árbol, vio una especie de entrada.... Se asomó, y vio una especie de pasadizo y al final una luz centelleante.... De allí era de donde venia la música y el canto celestial... Se acercó mas y mas al lugar de donde venia aquella dulce melodía, y entonces se quedó maravillada... una hermosa mujer vestida de blanco brillante con el pelo dorado como el oro y adornado con flores de mil colores y dos alas desplegadas en su espalda, estaba tocando el arpa, y lo mas hermoso del todo, era que la voz que cantaba esa dulce melodía era su propia hija... Esmeralda, la cual, estaba vestida igual que la hermosa hada que tocaba el arpa, con las mismas flores adornando su cabello y con el vestido blanco como la nieve... también vio como mientras la niña cantaba se la desplegaban unas pequeñas alas que la convertían en una pequeña y dulce hada....

Estrella se quedó petrificada, sin saber que hacer, hasta que miró hacia uno de los lados de la estancia y vio a Miguel... a su amor... al padre de su hija, convertido en un ángel alado y con una mirada mucho mas dulce que cuando estaba con ella....

Miguel se dirigió a Estrella... la abrazó y la besó con ternura... La explicó que su hija había nacido con un don y que debía aprender a utilizarlo... Hoy había cantado como las hadas.... sus alas habían crecido... y que cada día.. ellas... las hadas del bosque, la enseñarían a utilizar esos poderes en favor del bien....

A partir de aquel día, Estrella se trasladó a vivir muy cerca de aquel hermoso bosque que tanto amaba para que las hadas instruyeran a Esmeralda y la hicieran uno de los seres mas mágicos de la tierra....

Miguel las esperaba cada día en la casa del árbol... y allí pasaban horas y horas hablando mientras que Esmeralda aprendía y aprendía con las hadas.....