Aquello que es aparente se opone a algo que es auténtico. Lo aparente se asemeja a algo que no es en realidad. Por ello, una historia de amor basada en la apariencia puede producir una enorme envidia a todos aquellos, familiares y amigos, que observan la relación desde fuera.
Puede haber personas que en cierto modo se sientan seguras dentro de una historia de amor aunque sea aparente ya que muchas chicas y también chicos, necesitan tener la sensación de que hay alguien ahí con quien poder hacer planes y compartir la vida. Una relación aparente puede ser, sencillamente, aquella en la que ya no se quiere a la otra persona y en la que han cambiado los sentimientos.
Hoy día, existen tantos tipos de relaciones diferentes que resulta complicado hablar de apariencia ya que a veces, en la sinceridad absoluta también se admiten situaciones poco ideales en el amor. Por ejemplo, la de saber que una persona sigue contigo a pesar de que te ha dicho abiertamente que no está enamorada de ti.
Lo cierto es que se está mucho mejor en soledad, una soledad auténtica en la que puedes reencontrarte contigo mismo, que en la falsa compañía de un amor que está muerto o que tal vez, nunca llegó a nacer. El amor atraviesa diferentes etapas en su camino hacia la plenitud. Lo cierto es que es bonito echar la vista atrás al pasado y descubrir que llevas muchos años compartiendo un proyecto de vida con otra persona que se ha comprometido y que se ha implicado contigo del mismo modo que tú.
No existe una edad límite para encontrar estetipo de amor ya que aparece en tu vida en el momento más inesperado y en las circunstancias más sorprendentes. Tal vez, el amor verdadero sea difícil de encontrar, sin embargo, merece la pena intentarlo y luchar por descubrir la verdad de uno mismo junto a otra persona.
El romanticismo aporta una magia diferente en tu vida, te hace sentir afortunado por el simple hecho, de haberte enamorado. Los sentimientos transforman tu vida, especialmente, cuando eres correspondido.
El miedo al amor es difícil de soportar y surge, a veces, como consecuencia de una decepción, de una tragedia o de la propia inseguridad. El miedo limita tu vida, por ello, pon tus alas en movimiento como si fueses una mariposa y ponte a volar. A volar de emoción.
Maite Nicuesa