jueves, 20 de septiembre de 2018

LA MANSABORÁ – CÁCERES (ESPAÑA)




Cuenta la leyenda que un apuesto capitán cristiano, parte del ejército que sitiaba la ciudad Cáceres, quedó prendado por la doncella mora Mansaborá, la única y bien amada hija del kaid que gobernaba Hinz Qazris, la actual Cáceres, en el siglo XIII.

El caballero fue correspondido por la doncella mora que, cegada por el amor, le entregó la llave de un pasadizo secreto por el que acceder al jardín del Alcázar (hoy Palacio de las Veletas) y poder encontrarse cada noche a escondidas.

Sin embargo, una noche de Abril el caballero utilizó el pasadizo para traspasar las murallas de Cáceres con todo el ejército cristiano y poder reconquistar la ciudad.

El kaid, derrotado y enfadado por la traición, maldijo a su hija, la Mansaborá, y la condenó a vagar por los túneles subterráneos del Alcázar eternamente (o hasta que Cáceres volviera de nuevo a poder musulmán), sólo pudiendo salir en la noche más mágica del año transformada en el animal más cobarde de todos.

Y desde entonces, una vez al año, cuando el sol se oculta, la Mansaborá pasea por la ciudad medieval de Cáceres transformada en una gallina de plumas de oro.

domingo, 16 de septiembre de 2018

LA LEYENDA DE VICTORIA REGIA- BRASIL




Es característica de Brasil una bonita flor que nace dentro del agua. La raíz está en la tierra, pero las hojas y las flores salen a la superficie de los lagos. Se llama Victoria Regia.



La leyenda cuenta que Victoria Regia era una princesa indígena que estaba enamorada de un guerrero pero sus padres no querían que se casase con él, sino con otro. Los dos pretendientes lucharon por la mano de la princesa a muerte.

Después de una dura pelea, el pretendiente que no le gustaba a la princesa mató al guerrero indio del que estaba enamorada y reclamó la mano de Victoria Regia. Pero ella se negó a casarse con él. Seguía amando al guerrero muerto.

Entristecida, todas las noches se quedaba contemplando la luna durante largo tiempo y pedía que le devolviese a su amor, pues creía que este estaba con el dios de la luna. Un día estaba mirando la luna cerca de un lago. La noche era muy clara y el agua estaba cristalina. Victoria Regia creyó que la luna estaba en el lago y que en la luna estaba su amor, así que saltó al agua para ir en busca de su enamorado y se quedó allí para siempre.

Y desde entonces nace la Victoria Regia en los lagos de Brasil


Fuente: María Gonzalves, Instituto Cervantes