jueves, 31 de enero de 2013

Amigos





Hubo una vez dos mejores amigos.

Ellos eran inseparables, eran una sola alma.

Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron.

Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo.

En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo: murió ayer....

No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.

Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo.


Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia.

Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya....

Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo.

Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo.

Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá....



Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y rezaba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente.

Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo: madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón.

La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste.

Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches rezaré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo.

¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva,jaja, qué tiempos.... éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho.

Te quiere mucho: tu amigo por siempre..

"No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón...La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final"

miércoles, 16 de enero de 2013

Fantasma





Hoy amaneció un día lluvioso y triste,de esos habituales en el norte de España,
Gerardo y Maite comienzan una semana de vacaciones y han decidido pasarla en una casa rural alquilada, para descansar pues su ajetreada vida de trabajo no les deja demasiado tiempo para estar juntos.
Se visten con tejanos y jersey de lana pues hace frío y después de desayunar  bajan sus equipajes al coche para emprender el viaje.
Su destino un pequeño pueblecito de alta montaña donde en este tiempo es habitual que esté cubierto de nieve. Cuando se desvían de la carretera  principal se encuentran con un camino de tierra  estrecho  , bordeado de árboles y maleza, con grandes socavones, con mucha nieve. Maite le pregunta a Gerardo si es el camino correcto pues es demasiado malo para llevar a una casa. Gerardo le dice que sí pero no está muy seguro pues es la primera vez  que vienen y lo alquilaron por internet a una persona de la capital.
Después de unos kilómetros ven al final del camino una linda casa de campo de dos plantas, con sus clásicos balcones de madera torneada, muy típicos de esa zona.
Maite buscó la llave en el bolso y abriendo la puerta de dos hojas de madera penetraron en el interior.
Gerardo comentó que fría está  la casa y conectó la llave de la luz para acercarse a  las ventanas y subir las persianas , para dejar pasar la claridad del día.
Maite sitió un escalofrío al traspasar el umbral  y notó como su pelo se erizaba,no dijo nada a su pareja porque pensaba que se reiría de ella .
La casa tenía un gran salón con chimenea y unos muebles muy antiguos y caros , era un lugar muy refinado, la cocina estaba amueblada toda en madera ,tenía muchos años , lo único que no encajaba en ella era el frigorífico y la lavadora  que ahora es tan necesario , pero antiguamente no existía.
En la planta superior dos dormitorios muy grandes con los muebles del mismo estilo y años y unas ventanas que permitían ver el maravilloso paisaje cubierto de nieve.
Dejaron las maletas , encendieron la calefacción y la chimenea y comenzaron a preparar la comida.
Mientas Maite guisaba y al abrir un cajón en la cocina sintió la respiración de una persona en su cuello , se volvió para decirle a su marido en broma,  !Gerardo una semana juntos sí pero tranquilo ¡ y como él no estaba salió gritando despavorida , Gerardo había alguien junto a mi, el con una carcajada la contestó, mi amor
tranquila estamos solos nosotros.
Después de comer , se sentaron a ver un poco la televisión pero la señal no llegaba clara y decidieron acostarse una estupenda siesta algo muy español.
Al despertarse ya estaba anocheciendo , reavivaron el fuego de la chimenea y se sentaron delante de ella.
Estaban abrazados y en silencio disfrutando de la paz del lugar, cuando el pomo de la puerta empezó a girar muy despacio y esta se abrió, se miraron , no daban crédito a eso que estaban viendo , él mas tranquilo le comenta , eso es que hay viento , pero no estaba convencido y se levanto a cerrarla.
La tarde pasó lentamente , leían escuchaban música y charlaban , hasta que después de la cena se acostaron.
Hicieron el amor con caricias , ternura y pasión y se quedaron dormidos , abrazados y felices.
Pasada la media noche , un ruido de pisadas les despertó, las luces de la casa estaban todas encendidas  menos la de su dormitorio y los pasos se sentían subir y bajar las escaleras, pensaron que habían entrado ladrones pero en plena montaña y con aquella nevada no parecía muy factible, se levantaron y muy juntos se asomaron fuera de la habitación y no veían nada pero sintieron un frío indescriptible y comprobaron que la calefacción seguía encendida.
Apagaron todas las luces y volvieron a la cama asustados pero siempre pensando que era algún cortocircuito. La noche pasó tranquila y cuando despertaron ya era bastante avanzada la mañana.
Había nevado mucho más y estaban  aislados , pues el pueblo mas cercano estaba a unos cinco kilómetros.
Desayunaron y retiraron la nieve de la puerta para poder llegar al portalón donde se guardaba la leña, para la chimenea.
Callaban sin nombrar lo ocurrido la noche anterior porque les parecía algo ridículo, pensar en algo paranormal.
El día transcurrió con tranquilidad y relajado , escuchando musica junto a la chimenea, leyendo y compartiendo , su amor , su afinidad y su pasión.
Al atardecer  decidieron preparar la cena y cuando entraban en la cocina se aterrorizaron había una mujer con ropa antigua delante de la ventana , Gerardo preguntó a la extraña, ! Quien es usted y que hace en esta casa y ella de repente desapareció¡
Maite lloraba y gritaba diciendo , vamos al coche y nos marchamos, pero Gerardo respondió, no podemos salir nos quedaríamos en la carretera y tenemos que tener calma .
Tomaron un café y ni siquiera cenaron volvieron al salón y entonces Gerardo pensó en buscar en la biblioteca algún libro o papel para descubrir que personas vivían en la casa.
Encontró unas fotografías de una familia y su cara palideció la mujer que estaba en la cocina era la misma de la fotografía , pero no dijo nada a su mujer ya que ella estaba aterrorizada.
Pasaron la noche casi sin dormir  y a la mañana siguiente como ya no nevaba decidieron marcharse de la casa al próximo pueblo.
Les costó mucho llegar porque era muy alta la capa de nieve y el coche patinaba e iba de un lado al otro de la cuneta.
Ya en el pueblo entraron en una tienda -bar y mientras pedían un café preguntaron por la casa rural.
El dueño del bar les contó que eran un matrimonio con dos niños y una noche que la esposa estaba sola porque su marido y los niños estaban de viaje, llegaron unos ladrones y la violaron y asesinaron , su esposo al regresar no pudo aguantar allí tanta desolación y después de enterrar a su esposa se marchó con sus hijos a la capital , para nunca volver.
Los aldeanos cuentan que ella no se marchó de la casa y sigue esperando a que regrese su familia , pero que no tengan miedo ella solo camina y espera.
Cuando supieron lo que pasaba decidieron volver y cuando el quitanieves despejó el camino regresaron y encendieron una vela y en voz alta le dijeron que descansara en paz su familia ya era feliz y la recordaba con un amor especial como la mejor madre del mundo.
En ese momento escucharon un golpe y la vieron sentada con la foto de los suyos y desapareció.
En los siguientes días ya no escucharon nada y pasaron unos días maravillosos y felices .
Ya de regreso a su casa en la ciudad ella se enteró que estaba embarazada y que esa casa rural con su inquilina le habían concedido su mayor ilusión.
Nunca se lo he contado a nadie y espero que os guste.

lunes, 14 de enero de 2013

Ziba vino en un barco



Ziba vino en un barco. Un viejo y abarrotado barco pesquero que crujía y gemía mientras se elevaba y caía, se elevaba y caía, surcando un mar sin fin…

Los pensamientos en el hogar inundaban a Ziba, de igual modo que las olas inundaban la cubierta. Oía risas de niños y el amable balido de las ovejas que pastaban al borde de la colina.

Sentía en sus mejillas el frío aire de la montaña, mientras corría con sus primas por la orilla rocosa para recoger agua del arroyo. Reían salpicándose unas a otras con el agua helada, y llevaban las pesadas vasijas de barro al calor de la casa de adobe. Ziba percibía el aroma de las ricas especias de la comida de la tarde.

Ayudaba a sus tías a preparar el pan cocinado en el tandur y probaba la textura fresca y suave del yogur de leche de cabra que su madre había hecho.

Veía a su madre, sentada ante el telar de madera, tejiendo lana de colores para una alfombra. La lana subía y bajaba, dentro y fuera, como el barco que se balanceaba en medio del tenebroso mar.

El bote iba a la deriva en medio de la noche, y los pensamientos de Ziba iban a la deriva también. En su imaginación, estaba sentada con su padre y jugaba con la muñeca que él le había dado. Él le contaba historias y le recitaba poemas de hacía mucho tiempo.

Ziba sentía la fuerza de los brazos de su padre y miraba fijamente su apacible rostro. Un viento fresco sopló desde el tempestuoso mar. Ziba recordó las frías noches de invierno en su hogar. Ese año, el invierno había sido mucho más largo y la sombra proyectada por las montañas del este parecía inclinarse más cerca que nunca.

La oscuridad se extendía filtrándose por las silenciosas esquinas de la tranquila aldea. Como no podía ir a la escuela, Ziba se escondía del mundo tras los gruesos muros de su casa de adobe.

El mar rugía y golpeaba contra el bote como una bestia enfurecida. Las olas se embravecían y los pensamientos de Ziba se volvían más tristes y temerosos.

El eco de las armas de fuego resonaba en la aldea. Voces coléricas la cercaban. Agarrada a la mano de su madre, Ziba corrió y corrió a través de la noche, alejándose de la locura hasta donde sólo había oscuridad y silencio.

Ziba temblaba y se estrechó contra su madre en la amontonada cubierta. Los ojos de su madre estaban llenos de esperanza y sus cánticos sonaban dulces como la miel. Ziba se dejó llevar por un sueño. Un sueño cálido y acogedor.

Caras sonrientes le daban la bienvenida a su nueva tierra. Aquí, podría vivir sin miedo. Aquí, podría ser libre y aprender a reír y bailar de nuevo.

‘Azadi’, susurró su madre.

‘Libertad’.

Y el barco se elevaba y caía, se elevaba y caía surcando un mar sin fin…

lunes, 7 de enero de 2013

La isla de los sentimientos





Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso, habitaban los sentimientos como habitamos hoy en la tierra.
En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y todos los otros sentimientos. Un día en uno de esos que la naturaleza parece estar de malas, el amor se despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo inundada.
Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los sentimientos se salvaran.
Todos corrieron y tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla siendo inundada pero sin que corriesen peligro.
Solo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura. El quería quedarse un poquito más en su isla, pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir. Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y gritó auxilio.
La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que todo el oro y la plata que cargaba temía que su barco se hundiera. Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad no soportaba la suciedad. Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería estar acompañada por nadie. Pasó también la Alegría, pero tan alegre estaba que no oyó la suplica del amor.
Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la superficie del agua y comenzó a menguar. Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su barco. El viejecito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta, junto con los otros sentimientos. Recuperándose el amor le preguntó a la Sabiduría quien era el viejecito que lo ayudo.... a lo que esta respondió ..... "El Tiempo"..... el Amor cuestionó : ..."¿Por qué solo el Tiempo pudo traerme aquí?".... La Sabiduría entonces respondió: "Por que sólo el Tiempo tiene la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares más difíciles"..

..