Gerardo y Maite comienzan una semana de vacaciones y han decidido pasarla en una casa rural alquilada, para descansar pues su ajetreada vida de trabajo no les deja demasiado tiempo para estar juntos.
Se visten con tejanos y jersey de lana pues hace frío y después de desayunar bajan sus equipajes al coche para emprender el viaje.
Su destino un pequeño pueblecito de alta montaña donde en este tiempo es habitual que esté cubierto de nieve. Cuando se desvían de la carretera principal se encuentran con un camino de tierra estrecho , bordeado de árboles y maleza, con grandes socavones, con mucha nieve. Maite le pregunta a Gerardo si es el camino correcto pues es demasiado malo para llevar a una casa. Gerardo le dice que sí pero no está muy seguro pues es la primera vez que vienen y lo alquilaron por internet a una persona de la capital.
Después de unos kilómetros ven al final del camino una linda casa de campo de dos plantas, con sus clásicos balcones de madera torneada, muy típicos de esa zona.
Maite buscó la llave en el bolso y abriendo la puerta de dos hojas de madera penetraron en el interior.
Gerardo comentó que fría está la casa y conectó la llave de la luz para acercarse a las ventanas y subir las persianas , para dejar pasar la claridad del día.
Maite sitió un escalofrío al traspasar el umbral y notó como su pelo se erizaba,no dijo nada a su pareja porque pensaba que se reiría de ella .
La casa tenía un gran salón con chimenea y unos muebles muy antiguos y caros , era un lugar muy refinado, la cocina estaba amueblada toda en madera ,tenía muchos años , lo único que no encajaba en ella era el frigorífico y la lavadora que ahora es tan necesario , pero antiguamente no existía.
En la planta superior dos dormitorios muy grandes con los muebles del mismo estilo y años y unas ventanas que permitían ver el maravilloso paisaje cubierto de nieve.
Dejaron las maletas , encendieron la calefacción y la chimenea y comenzaron a preparar la comida.
Mientas Maite guisaba y al abrir un cajón en la cocina sintió la respiración de una persona en su cuello , se volvió para decirle a su marido en broma, !Gerardo una semana juntos sí pero tranquilo ¡ y como él no estaba salió gritando despavorida , Gerardo había alguien junto a mi, el con una carcajada la contestó, mi amor
tranquila estamos solos nosotros.
Después de comer , se sentaron a ver un poco la televisión pero la señal no llegaba clara y decidieron acostarse una estupenda siesta algo muy español.
Al despertarse ya estaba anocheciendo , reavivaron el fuego de la chimenea y se sentaron delante de ella.
Estaban abrazados y en silencio disfrutando de la paz del lugar, cuando el pomo de la puerta empezó a girar muy despacio y esta se abrió, se miraron , no daban crédito a eso que estaban viendo , él mas tranquilo le comenta , eso es que hay viento , pero no estaba convencido y se levanto a cerrarla.
La tarde pasó lentamente , leían escuchaban música y charlaban , hasta que después de la cena se acostaron.
Hicieron el amor con caricias , ternura y pasión y se quedaron dormidos , abrazados y felices.
Pasada la media noche , un ruido de pisadas les despertó, las luces de la casa estaban todas encendidas menos la de su dormitorio y los pasos se sentían subir y bajar las escaleras, pensaron que habían entrado ladrones pero en plena montaña y con aquella nevada no parecía muy factible, se levantaron y muy juntos se asomaron fuera de la habitación y no veían nada pero sintieron un frío indescriptible y comprobaron que la calefacción seguía encendida.
Apagaron todas las luces y volvieron a la cama asustados pero siempre pensando que era algún cortocircuito. La noche pasó tranquila y cuando despertaron ya era bastante avanzada la mañana.
Había nevado mucho más y estaban aislados , pues el pueblo mas cercano estaba a unos cinco kilómetros.
Desayunaron y retiraron la nieve de la puerta para poder llegar al portalón donde se guardaba la leña, para la chimenea.
Callaban sin nombrar lo ocurrido la noche anterior porque les parecía algo ridículo, pensar en algo paranormal.
El día transcurrió con tranquilidad y relajado , escuchando musica junto a la chimenea, leyendo y compartiendo , su amor , su afinidad y su pasión.
Al atardecer decidieron preparar la cena y cuando entraban en la cocina se aterrorizaron había una mujer con ropa antigua delante de la ventana , Gerardo preguntó a la extraña, ! Quien es usted y que hace en esta casa y ella de repente desapareció¡
Maite lloraba y gritaba diciendo , vamos al coche y nos marchamos, pero Gerardo respondió, no podemos salir nos quedaríamos en la carretera y tenemos que tener calma .
Tomaron un café y ni siquiera cenaron volvieron al salón y entonces Gerardo pensó en buscar en la biblioteca algún libro o papel para descubrir que personas vivían en la casa.
Encontró unas fotografías de una familia y su cara palideció la mujer que estaba en la cocina era la misma de la fotografía , pero no dijo nada a su mujer ya que ella estaba aterrorizada.
Pasaron la noche casi sin dormir y a la mañana siguiente como ya no nevaba decidieron marcharse de la casa al próximo pueblo.
Les costó mucho llegar porque era muy alta la capa de nieve y el coche patinaba e iba de un lado al otro de la cuneta.
Ya en el pueblo entraron en una tienda -bar y mientras pedían un café preguntaron por la casa rural.
El dueño del bar les contó que eran un matrimonio con dos niños y una noche que la esposa estaba sola porque su marido y los niños estaban de viaje, llegaron unos ladrones y la violaron y asesinaron , su esposo al regresar no pudo aguantar allí tanta desolación y después de enterrar a su esposa se marchó con sus hijos a la capital , para nunca volver.
Los aldeanos cuentan que ella no se marchó de la casa y sigue esperando a que regrese su familia , pero que no tengan miedo ella solo camina y espera.
Cuando supieron lo que pasaba decidieron volver y cuando el quitanieves despejó el camino regresaron y encendieron una vela y en voz alta le dijeron que descansara en paz su familia ya era feliz y la recordaba con un amor especial como la mejor madre del mundo.
En ese momento escucharon un golpe y la vieron sentada con la foto de los suyos y desapareció.
En los siguientes días ya no escucharon nada y pasaron unos días maravillosos y felices .
Ya de regreso a su casa en la ciudad ella se enteró que estaba embarazada y que esa casa rural con su inquilina le habían concedido su mayor ilusión.
Nunca se lo he contado a nadie y espero que os guste.
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