El pequeño forastero permaneció toda la noche en la cabaña, y a la mañana siguiente, después de revelar que era el Niño Jesús, desapareció. Cuando volvió a pasar Hermann por el lugar donde había encontrado al Niño, vio que habían nacido entre la nieve unas flores hermosísimas. Cogiendo un buen puñado de ellas las llevó a su esposa, quien les dio el nombre de crisantemos, esto es, flores de Cristo, o más propiamente, «flores de oro». Y en lo sucesivo, toda Noche Buena, en memoria del pequeño visitante. Hermann y los suyos daban a algún niño pobre parte de la cena.
lunes, 29 de junio de 2015
El Crisantemo
El pequeño forastero permaneció toda la noche en la cabaña, y a la mañana siguiente, después de revelar que era el Niño Jesús, desapareció. Cuando volvió a pasar Hermann por el lugar donde había encontrado al Niño, vio que habían nacido entre la nieve unas flores hermosísimas. Cogiendo un buen puñado de ellas las llevó a su esposa, quien les dio el nombre de crisantemos, esto es, flores de Cristo, o más propiamente, «flores de oro». Y en lo sucesivo, toda Noche Buena, en memoria del pequeño visitante. Hermann y los suyos daban a algún niño pobre parte de la cena.
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