– Mullah, respóndame sinceramente, por favor. ¿Usted nunca pensó en casarse?.
– Sí, por supuesto que sí. Cuando yo era joven, decidí encontrar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué hasta Damasco y conocí a una mujer muy hermosa e instruida espiritualmente, pero las cosas triviales, del día a día, la atrapaban. Cambié de rumbo y allí estaba yo, en Isfahan, donde encontré a una mujer con un don para las cosas materiales, la vida familiar y que, además, resultó muy espiritual. Sin embargo, carecía de belleza física. Pensé: ¿qué hacer?. Y decidí ir a El Cairo. Allí me presentaron a una hermosa joven que también era religiosa, buena cocinera y conocedora de las tareas del hogar. Era mi mujer ideal.
– Pero usted no se casó con ella. ¿Por qué?.
– Ah, mi querido amigo, es que ella también estaba buscando a su hombre ideal.
¿SABÍAS QUÉ?
Nasreddin, o Nasrudín, es un personaje mítico de la tradición popular sufí, una especie de antihéroe del islam, cuyas historias sirven para ilustrar o introducir las enseñanzas sufíes, se supone vivió en la Península Anatolia en una época indeterminada entre los siglos XIII y XV.
Nasrudin es considerado un Don Quijote islámico porque acostumbra a ser cuerdo en su locura y abarca todo el ingenio popular de oriente medio transmitiendo de forma simplificada las enseñanzas del sufismo.