lunes, 3 de marzo de 2025

"Un amor inesperado"


 La tarde caía sobre la ciudad con un cielo teñido de malva y dorado. Helena caminaba por la avenida con paso ligero, sintiendo el fresco de la brisa primaveral sobre su piel. Su vida transcurría entre los libros de la pequeña librería que regentaba y las tardes de café con su mejor amiga. No esperaba sorpresas. No creía en ellas.

Pero aquel día, el destino tenía otros planes.

Al girar la esquina, chocó con un hombre de complexión firme y mirada intensa. Sus libros cayeron al suelo, y cuando él se apresuró a recogerlos, sus manos se rozaron. Helena sintió un estremecimiento inesperado.

—Perdona, no te vi venir —se disculpó él, sonriendo con un brillo travieso en los ojos.

—No pasa nada… —murmuró ella, turbada.

—Eres Helena Márquez, ¿cierto?

Ella lo miró con sorpresa.

—Sí… ¿Nos conocemos?

—Soy Alejandro Ferrer. Solíamos jugar juntos en la vieja casa de campo cuando éramos niños.

Helena lo recordó de inmediato. Aquel niño travieso que solía tirarle del cabello y robarle las manzanas del huerto. Pero el niño se había convertido en un hombre apuesto, con el cabello oscuro y revuelto y una sonrisa que le robó el aliento.

—Has cambiado mucho —musitó ella, sin saber qué más decir.

—Tú sigues igual de hermosa —replicó él con una sinceridad que la dejó sin palabras.

Desde ese día, Alejandro se convirtió en una presencia constante en su vida. Aparecía en la librería con cualquier excusa, la invitaba a pasear y compartían largas conversaciones hasta el anochecer. Helena intentó resistirse, convencida de que un hombre como él, con su mundo de negocios y viajes, no podía fijarse en alguien como ella. Pero cada vez que la miraba con aquella intensidad, sus defensas flaqueaban.

Una noche, bajo la tenue luz de la farola frente a su portal, Alejandro tomó sus manos entre las suyas.

—Helena, nunca dejé de pensar en ti. Desde el primer instante en que te volví a ver, supe que quería quedarme a tu lado.

El corazón de Helena latía desbocado. Durante años había creído que el amor solo existía en las novelas que vendía, pero en ese momento supo que estaba equivocada.

—Yo… también siento lo mismo —confesó en un susurro.

Alejandro sonrió antes de inclinarse para besarla con la dulzura de quien ha esperado demasiado por un amor que, finalmente, ha encontrado su destino.

Y así, bajo el cielo estrellado, Helena entendió que el amor, cuando es verdadero, siempre llega… aunque sea de la manera más inesperada.

jueves, 2 de enero de 2025

Enero


 

El año nuevo despierta con enero, un mes que se despliega como una hoja en blanco, fresca y llena de posibilidades. Tras el bullicio de las fiestas decembrinas, enero ofrece un espacio para la calma, la reflexión y, sobre todo, para disfrutar de los pequeños detalles que marcan el inicio de un nuevo ciclo.

Las mañanas de enero tienen un aire especial. El frío, a veces punzante, invita a abrigarse con bufandas gruesas y a saborear una taza de café caliente frente a una ventana empañada. Las ciudades parecen respirar más despacio, como si el mundo entendiera que es momento de caminar con paso firme pero sin prisas.

Para algunos, enero es sinónimo de propósitos y metas. Gimnasios llenos, agendas repletas de planes y listas interminables de objetivos son testigos del entusiasmo que trae el comienzo del año. Pero más allá de las metas, enero también puede ser un mes para disfrutar sin presión, para leer ese libro pendiente, salir a caminar sin rumbo fijo o simplemente contemplar una puesta de sol invernal.

El tiempo libre en enero se siente diferente. Las tardes parecen más largas, las noches más acogedoras y el silencio de las primeras semanas del año tiene un encanto difícil de describir. Es un mes que invita a reencontrarse con uno mismo, a disfrutar de la compañía de los seres queridos y a valorar los momentos sencillos.

En enero, la vida puede sentirse como un borrón y cuenta nueva, un espacio para empezar de cero o, simplemente, para continuar con más calma y gratitud. Es un mes para disfrutar, para respirar profundo y recordar que cada inicio es una oportunidad para ser un poco más felices.