“Shertat iba caminando de noche por el desierto en busca de algo de comer. Unos cazadores habían dejado un solo trozo de carne tirado en el suelo junto a unas cuantas piedras del mismo tamaño que la carne. Se paró Shertat al llegarle el sabroso olor y exclamó ” Al-hamdu lillāh”. Contó todas las piedras y el trozo de carne, pensando que todos eran chicha. Shertat se relamió. “Con tanta carne ¡esta noche estaré repleto!”. Sin pensarlo, se abalanzó sobre la primera piedra y la tragó creyendo que era un trozo de la carne; la segunda, la tragó; la tercera, la tragó; así hasta se quedó sólo el pedazo de carne. Shertat lo miraba diciendo, “Al-hamdu lillāh, me he llenado y todavía ha sobrado un buen trozo de carne”.
martes, 30 de octubre de 2018
SHERTAT Y EL TROZO DE CARNE – CUENTO SAHARAUI
“Shertat iba caminando de noche por el desierto en busca de algo de comer. Unos cazadores habían dejado un solo trozo de carne tirado en el suelo junto a unas cuantas piedras del mismo tamaño que la carne. Se paró Shertat al llegarle el sabroso olor y exclamó ” Al-hamdu lillāh”. Contó todas las piedras y el trozo de carne, pensando que todos eran chicha. Shertat se relamió. “Con tanta carne ¡esta noche estaré repleto!”. Sin pensarlo, se abalanzó sobre la primera piedra y la tragó creyendo que era un trozo de la carne; la segunda, la tragó; la tercera, la tragó; así hasta se quedó sólo el pedazo de carne. Shertat lo miraba diciendo, “Al-hamdu lillāh, me he llenado y todavía ha sobrado un buen trozo de carne”.
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