La Laguna de Cospeito, uno de los humedales más importantes de Galicia, pertenece a la Red Natura 2000, ayudando a configurar el LIC “Parga-Ladra-Támoga”, uno de los ecosistemas hídricos de mayor singularidad de la Región Atlántica de la Península Ibérica. Este espacio natural fue además declarado por la Consellería de Medio Ambiente de la Junta de Galicia como “Espacio Natural en Régimen de Protección General”.
Se encuentra a unos 25 km de Lugo, y posiblemente sea el humedal mejor adaptado para los visitantes. Se presenta como un refugio ideal para numerosas variedades de aves. Está alimentada por el Río Guisande, de la cuenca fluvial del Támoga, a su vez afluente del Miño. Riegan grandes superficies de humedales que sirven como zona de invernada para diversas especies de aves migratorias en los meses de invierno y, para algunas como lugar de paso y cría.
La Laguna central se originó debido a los suelos arcillosos poco permeables y a la horizontalidad del terreno, que hace que los pequeños ríos se ramifiquen y originen zonas encharcadas.
Originalmente eran 2 lagunas, y ocupaban una extensión de 57,50 ha. la grande y de 16,25 ha. la pequeña. En la década de los sesenta cambió su aspecto original por su desecación para dedicar las tierras a la producción agrícola, desapareciendo grandes extensiones de matorral y disminuyendo mucho la variedad de especies de flora y fauna.
En los últimos tiempos se hizo una recuperación de este espacio protegido, y ahora en la actualidad se encuentra muy recuperada con la flora y fauna en aumento.
Fauna:
En los de octubre-noviembre y hasta febrero-marzo, se puede observar la mayor cantidad de fauna con especies que llegan do norte de Europa como la avefría ( Cospeito es uno de los pocos lugares de Galicia donde cría esta especie ). También se puede observar el pato cuchara, que necesita aguas poco profundas para alimentarse, el ánade silbón, el ánade real, la cerceta, la gallina de agua, la garza, los zarapitos,…
También es posible ver sisones, aves esteparias que encuentran aquí un hábitat idóneo para alimentarse.
La Laguna y los pardos húmedos acogen una buena representación de anfibios como los tritones, ranas verdes de San Antonio, salamandras, …
Entre los invertebrados más destacables existentes entorno a la Laguna están el gasteorópodo Geomalacus maculosos, el lepidóptero Maculinea alcón, el ditisco y el mejillón de río. En su agua existe entre otros peces la trucha común. En las inmediaciones del humedal se pueden ver reptiles como las culebras de agua o mamíferos como la nutria, el erizo, el corzo, el jabalí, la ardilla…
Flora:
En la Laguna de Cospeito existe una gran variedad de especies de plantas. El 20% de la flora amenazada de Galicia se puede encontrar en la cuenca alta del Río Miño. Dentro de los macrófitos acuícolas destaca la presencia de un pequeño cardo (Eryngium viviparum ) que tiene en este humedal la mejor población mundial de la especie.
La vegetación arbórea está constituida por pequeños bosques de robles, abedules,… El sauce forma agrupaciones defensa que tienen mucha importancia como lugares de anidamiento de diversas especies como los ánades reales.
Pero en Galicia no hay laguna sin leyenda y yo se la voy a contar:
En Cospeito, en la falda de la montaña pequeña que forma el valle del monte, hay una laguna que le llaman de los patos, y más vulgarmente la laguna de Valverde.
Y al lado de ella, en lo alto, se levanta la ermita de la Virgen del Monte, que es de mucho renombre y visitada por la gente de la comarca.
Y dicen que en el sitio donde hoy en día está la laguna, había una villa que le llamaban Villa de Valverde, que era muy importante, y que un día la fue a ver un pobre y pidió posada o aunque fuera, algún cobertizo donde pasar aquella noche.
Y unos dicen que era un pobre hombre que iba por las puertas del mundo, otros que era la mismísima Virgen en persona, pero disfrazada.
El caso es que nadie tenía lástima de aquel pobre, y a la vista del caso, se marchó del poblado y se fue a una casita que había en la ladera del monte donde una familia que también era muy pobre, aunque honra no les faltaba.
Y esta familia le recibió de muy buen grado.
Y como no tenían apenas que comer, determinaron matar la única ternera que les quedaba para poder darle de cenar al pobre.
Y desde que cenaron, el pobre ordenó que los huesos grandes los echaran en una cuadra, y los huesos pequeños en otra.
Y al otro día bien temprano se levantó el pobre y empezó a llamar al dueño de la casa y le mandó ordeñar las vacas y poner los terneros a mamar.
Y el dueño siguió durmiendo y no le hizo ningún caso, pero el pobre seguía gritando lo mismo, y el dueño se negaba y le decía:
¿cómo voy a ordeñar las vacas y echar los becerros a mamar , hombre de Dios, si la única ternera que tenía la maté de víspera para hacer la cena de todos?.
Y el pobre contestó:
Tan cierto es que tienes becerros y vacas como que la villa de Valverde se hundió en las aguas.
Y con esto, el pobre desapareció y no se le vio más.
Y el amo y su familia salieron por la puerta y vieron que, tal y como dijo aquel pobre, la Villa de Valverde se hundió en castigo por lo mal que le habían tratado.
Y luego fueron a las cuadras y encontraron que, en aquella donde habían echado los huesos grandes había vacas y donde habían echado los huesos pequeños había terneras.
Ellos se pusieron muy contentos.
Pero en el sitio de la Villa de Valverde, todo era una gran laguna, y en el alto del monte había una capilla con una imagen de la Virgen , que por encontrarse en ese lugar le quedó el nombre de la Virgen del Monte.
Hace algunos años, todavía contaban que allá en las profundidades de la laguna y cuando venían las sequías del verano, se veían las chimeneas de algunas casas hundidas y también la torre de la Iglesia, y hay quien dice que hasta se oían las campanas de aquella desgraciada Villa de Valverde.