miércoles, 6 de febrero de 2019

EL DRAGÓN DE MÁRMOL – LEYENDA GRIEGA



Zeus, una vez, para castigar a los Curetes que cazaban sus rebecos favoritos, envió un dragón a la isla de Creta para que se los comiera. Pero antes de que el dragón llegara a Creta, Poseidón le recordó que los Curetes le custodiaban cuando él era recién nacido para que Cronos no le oyese y devorase*.  Así, Zeus cambió de idea y arrojó al mar dos tostadas. El dragón se acercó para comérselas y se petrificó.

El dragón de mármol no es otro que la isla de Día, a unas pocas millas al norte de Heraklion, la ciudad capital de Creta, mientras que las dos tostadas son los islotes Paximadi y Petalidi, situados al lado de Día.

 ¿Porqué Cronos quería devorar a Zeus?
Gea (la Madre Tierra) surgió del Caos y dio a luz a Urano mientras dormía. Urano dio a luz a sus propios hijos, los siete Titanes. El más joven de ellos, Cronos, se casó con su hermana Rea. Según una profecía de Gea y Urano, uno de los hijos de Cronos le iba a destronar, por eso Cronos cada año devoraba enteros a los hijos que Rea daba a luz, como hizo con Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón. Cuando Rea dio a luz a Zeus, Gea le escondió en la cueva Andron en la meseta de Lassithi en Creta. Cronos creía que había devorado a  Zeus, cuando en realidad se había tragado una piedra que le había dado Rea. Zeus fue criado por la ninfa Adrastia y su hermana Ío y amamantado con la leche de una ninfa-cabra, Amalthia, mientras los Curetes se encargaron de hacer ruido entrechocando sus armas y bailando para que Cronos no oyese el llanto del bebé.

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