viernes, 26 de julio de 2024

La Tolerancia (Cuento)


 

Había una vez, en un pequeño bosque lleno de árboles frondosos y flores de colores brillantes, un grupo de animales que vivía en armonía. Entre ellos, se encontraba Tomás el Conejo, que era muy amistoso y siempre dispuesto a ayudar a los demás. También estaban Carla la Tortuga, que era lenta pero muy sabia, y Bruno el Oso, que era grande y fuerte, pero con un corazón tan blando como el algodón.

Un día, llegó al bosque un nuevo habitante: una cebra llamada Zoe. Zoe tenía rayas blancas y negras que la hacían muy especial, pero también diferente a los demás animales del bosque. Al principio, Tomás, Carla y Bruno no sabían qué pensar de Zoe. Nunca habían visto a alguien como ella antes.

Tomás, siendo el curioso que era, se acercó primero y le dijo: "¡Hola, Zoe! ¿Te gustaría jugar con nosotros?"

Zoe sonrió y respondió: "¡Claro que sí! Me encantaría hacer nuevos amigos."

Carla, la Tortuga, observó a Zoe desde la distancia y pensó: "Ella es tan diferente. Me pregunto si le gustarán los mismos juegos que a nosotros."

Bruno, el Oso, se acercó lentamente y le dijo a Zoe: "Eres bienvenida en nuestro bosque. Todos somos diferentes aquí, pero eso es lo que nos hace especiales."

Los días pasaron, y Zoe demostró ser una amiga increíble. Era rápida y ágil, y sus rayas blancas y negras parecían bailar mientras corría por el bosque. Tomás, Carla y Bruno comenzaron a darse cuenta de que las diferencias de Zoe no eran algo para temer, sino para celebrar. Ella les enseñó nuevos juegos y compartió historias de lugares lejanos que ellos nunca habían visitado.

Un día, mientras todos jugaban juntos, apareció un zorro llamado Max. Max era conocido por ser muy bromista y a veces un poco maleducado. Cuando vio a Zoe, comenzó a reírse y dijo: "¡Miren a esa cebra rara! ¡Nunca había visto algo tan extraño en mi vida!"

Tomás, Carla y Bruno se miraron entre sí, recordando lo que habían aprendido. Tomás se acercó a Max y le dijo: "Max, Zoe es nuestra amiga. Puede que sea diferente, pero esas diferencias son lo que la hace especial. Nos ha enseñado muchas cosas y la queremos tal y como es."

Carla añadió: "Todos somos diferentes, Max. Tú eres un zorro, Tomás es un conejo, Bruno es un oso, y yo soy una tortuga. Pero juntos, hacemos del bosque un lugar maravilloso."

Bruno, con su voz profunda y suave, dijo: "La tolerancia y el respeto por los demás son lo que nos une. Si no aceptamos a Zoe, perderíamos una gran amiga."

Max se quedó en silencio por un momento, y luego dijo: "Tienen razón. Me equivoqué al juzgar a Zoe por su apariencia. Lo siento mucho, Zoe. ¿Me perdonas?"

Zoe sonrió y respondió: "Claro que sí, Max. Todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos."

Desde ese día, Max se unió al grupo de amigos y aprendió a valorar las diferencias de cada uno. El bosque se llenó de aún más alegría y diversión, y todos vivieron felices, respetándose y celebrando sus diferencias.

Y así, Tomás, Carla, Bruno, Zoe y Max demostraron que la tolerancia y el respeto pueden transformar cualquier lugar en un paraíso de amistad y amor. 

Fin.





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