jueves, 4 de octubre de 2012

La Laguna de Doniños






Os presento la laguna de Doniños, un humedal existente en el ayuntamiento de Ferrol de gran interés ecológico. En mis tiempos universitarios se decía que existían en ella especies endémicas tanto animales como vegetales.
Desde luego el lugar y su entorno es espectacular, encajada en un profundo valle, termina separada por una franja de dunas de la playa de su mismo nombre: Doniños.
Empezando por la zona próxima a la playa.

Como podéis apreciar, está rodeada de matorral y algunos árboles y praderas. En la zona palustre más externa nos encontramos con un cinturón de lirios de agua, juncos y cañas herbáceas que impiden aproximarse al agua y al siguiente cinturón vegetal esta vez compuesto por nenúfares blancos y otra especie vegetal que por la distancia no pude distinguir cual era.



Ferrol es la ciudad del mar por ascendencia. Su nombre se traduce por faro o farol, lo que le confiere el muy antiguo título de “guía de barcos”, como reza en su escudo.

El puerto urbano de la bahía profunda comparte servicios con el puerto exterior, de aguas que limpian las mareas, en el lugar donde la ría serena deja paso al Atlántico más bravo.  Navegar este trayecto es indispensable para conocer la belleza.

Porque al Prioriño Chico le sigue el Prioriño Grande. Entre ambos comienza el Atlántico Norte. El mismo océano que esculpe la piedra del acantilado con la facilidad de un cincel y el que deposita ola tras ola, en la arena blanca de la playa de Doniños, que es también legendaria laguna litoral, próxima a la isla Herbosa y a sus acantilados prohibidos.

Las aguas de la laguna de Doniños poseen poderes mágicos y se cuenta aquí una mitológica leyenda, en la que Avana, tomó forma de mujer para pasear por un pueblo donde reinaban la envidia, la soberbia, la crueldad y el odio.

La diosa celta del agua preparaba su hechizo cuando vio a dos niños jugando junto a una cabaña. Uno le preguntó si tenía sed y el otro si también tenía hambre,  a lo que Avana contestó afirmativamente. Los niños se fueron hacia el interior y volvieron acompañados por una mujer que traía queso fresco, en un pañuelo de lino, mientras uno de los pequeños le ofrecía una jarra de agua.

Avana, cuya hermosura se reflejaba en el mar próximo, instó a la familia entera a subir al Faro o Farol, desde donde serían testigos de cómo aquella diosa sepultaba bajo las aguas al pueblo entero y a sus habitantes.

Solo salvó a la familia elegida y por eso la laguna se llamó “Doniños” en honor de los dos niños cuya bondad superaba al mal reinante en aquel pueblo…

Desde entonces, estas aguas ayudan a la sanación de los más pequeños:

El ritual es sencillo. Nos situamos en la orilla este, la que está más hacia el mar. Llenamos de agua una concha de nácar que encontraremos en la playa fácilmente para verterla sobre las manos de los niños diciendo:

“Llamamos a la voluntad de los Salvados para que esta criatura sea como ellos, bendecida y curada de todos sus males…”

Si el día está para que asomen las raioliñas entre las nubes, que son esa especie de haces de espadas que la atraviesan con extrañas transparencias, se vislumbran en el medio del lago los tejados de pizarra de aquel pueblo…

Y hay quien asegura haber escuchado el suave y lejano tañido de una vieja campana…





miércoles, 3 de octubre de 2012

La mujer lobo



Había allá en tiempos en Galicia un padre que tenía muchas hijas y una de ellas comía mucha carne, cuanto más le daban, más comía.
Y un día el padre le dijo: " Aún vayas al monte a comer carne con los lobos".
Fue palabra maldita, pues aquella misma noche desapareció sin dejar rastro alguno.
Salió y allí cerca entró en trance y se convirtió en un hada y a veces andaba de lobo y otras de mujer.
Fue andando, andando hasta que llego al Cebreiro y a las Canellas de Agras de Tosende ( Ourense ).

Por estos montes anduvo mucho tiempo de Capitana de los lobos, haciendo muchos estragos en las haciendas y en la gente ( esto cuando estaba de loba ).
Su paradero era en el monte del Cebreiro.
Cuando estaba de mujer encendía el fuego y los lobos se juntaban alrededor de ella, y no les dejaba hacer daño a nadie.

Una vez que venían los arrieros de Portugal con su cargamento, los lobos se los querían comer pero ella nos les dejaba, diciéndoles: "Quietos, dejadlos pasar ".
Así anduvo mucho tiempo, hasta que le levantaron el hechizo.
Le gustaba ir a comer harina a un molino, pero una vez coincidió que el amo del molino estaba dentro, ella se quiso meter por debajo de la puerta , como siempre, y al meter una pata, la vio el molinero y con una navaja se la quiso cortar, al empezar a cortar, ella dio un grito y se convirtió en mujer.

Así que se vio mujer , trató de volver a su casa, preguntando de pueblo en pueblo hasta que llegó a la casa donde la recibieron los suyos con mucha alegría.



El verano siguiente, los de Tosende fueron casualmente a segar al pueblo donde ella vivía; Entonces ésta les preguntó de dónde eran , le dijeron que eran de Tosende y de Aguís: " Pues esos pueblos los conozco yo bien , y conozco el Cebreiro y las Canellas de Agra".



Ellos le preguntaron que por qué conocía esos pueblos.

Pues tuve que andar por allí de hada haciendo muchos estragos y por ninguno tuve tanta pena como por un niño que me comí, y mientras lo despedazaba, él me miraba a la cara riéndose.

Los segadores le dijeron que aún se hablaba por allí de ese hada y ahora estaban muy a gusto desde que ella ya no estaba.