sábado, 15 de septiembre de 2012

El salto del enamorado



  






    Hace muchos años vivía en el término de Puntallana, en la isla de La Palma, una joven de familia acomodada que poseía una extraordinaria belleza. De ella estaba locamente enamorado un joven pastor que no perdía ocasión de contemplarla cuando salía de su casa, sabiendo que su condición social no le permitiría jamás acercarse a revelarle su pasión. Un domingo, a la salida de la misa, la muchacha. sabedora de los amores del pastor, se acerco a éste y le dijo que se desposaría con él si era capaz de dar tres saltos en un terrible precipicio que está debajo del lugar denominado La Galga. Aunque la joven pensó que su enamorado no se atrevería hacerlo, al siguiente día éste convoco a los vecinos para que fuesen testigos de su  hazaña. Tomó una lanza en sus manos y se dirigió al borde del precipicio y, dando un gran salto, lanzó su cuerpo al vació. - ¡ Por los aires de Dios -!, gritó el pastor cuando iba por el aire.
    Pero no tuvo suficiente impulso como para sortear el profundo agujero y murió estrellado, sin que jamás se pudiese hallar su cuerpo. Se cuenta que la muchacha enloqueció, a causa de esta tragedia, y nunca mas salió de su casa, excepto cuando pasaba algún entierro. Entonces corría desesperada hacia el féretro, gritando el nombre del pastor, pensando encontrarlo en su interior.



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