jueves, 3 de marzo de 2016

El duende Martinico




El duende Martinico es un ser de la mitología española principalmente de la andaluza y castellana

El Martinico no es un duende malo, todo lo contrario, su aspecto es de un ser pequeño, regordete, narigudo y hay quien dice que hasta con una pequeña chepa, casi siempre va vestido con un hábito de monje de color rojo.

En Castilla estos duendes forman parte de determinadas casas, y cada vez que alguna familia se va a vivir a ella, se encarga de gastarle bromas continuamente, cambiándoles las cosas de sitio, escondiéndola, haciendo ruidos,

Duende Martinico en el grabado "Duendecillos" de los Caprichos de Francisco de Goya. Crédito Wikipedia
Duende Martinico en el grabado “Duendecillos” de los Caprichos de Francisco de Goya. Crédito Wikipedia

apagando las luces (velas, candelabros, etc…) a pesar de ello, si ven que alguien de la familia tiene problemas hacen todo lo posible por ayudarlo. En ocasiones, se encariñan tanto de una familia que cuando estos se mudan, Martinico se hace un atillo y se traslada con ellos.

En Aragón es el encargado de los sueños, por lo que cuando los niños tienen ganas de dormir se suele decir “ya viene el Martinico”

En Andalucía se encuentras distintas historias:

En Córdoba, se dice que habitaba una casa y que se enamoró de la dueña a la que pretendía sin obtener sus favores. El hermano de la dueña quería heredar todo lo de esta y durante muchos años intentó asesinarla, Martinico cada vez que veía al hermano acercarse a la casa, provocaba un gran estruendo haciendo que todos los vecinos salieran a la calle.


La dueña cansada de Martinico y de su insistencia se cambia de casa, un día mientras salía de misa el hermano la asesinó. Nunca se pudo saber quién había sido el asesino, por lo que heredó todo lo de su hermana y se trasladó a vivir a la casa en la que estaba Martinico, esa noche, mientras dormía, notó que le faltaba el aire y como algo le oprimía el cuello, poco a poco su cuerpo se iba incorporando  hasta quedar colgado de una viga. Al día siguiente cuando los vecinos y autoridades entraron en la casa, lo encontraron muerto y en un rincón de la habitación al Martinico que les esperaba para decirles que por fin había habido justicia, y que no había sido un suicidio, sino una ajusticiamiento. Martinico desapareció.

En Granada, en el Albaicín, cuentan que el duende Martinico era el guardián de los aljibes y de los depósitos de agua, y con él se asustaba a los niños para evitar que ensuciaran el agua que servía para beber en la ciudad. evitándose de este modo infecciones.

También en Granada, en Benamaurel, en un documento de la Biblioteca Virtual de Andalucía (1) en formato vídeo, nos cuenta la leyenda de Martinico, así como que cada vez que fallecía un niño sin bautizar este se convertía en el Martinico de la casa, y que la única manera de poder hacer desaparecer al duende en la casa era pagando una bula a la iglesia.

En Baza, también de Granada, se cuenta una historia idéntica.

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