martes, 21 de agosto de 2012

Cuento de verano(Final de vacaciones)





Hoy Cecilia se ha levantado un poco tristona , las vacaciones tocan a su fin y ella siente que no desea marcharse de este lindo pueblo de montaña donde ha pasado el verano mas hermoso que recuerda.
Sus padres deberán viajar a Francia para trabajar en un nuevo trabajo y no pueden demorar mas la marcha.
Ante la imposibilidad de quedarse un poco mas ,salió a despedirse de sus amigos dando un paseo por el campo y  bañándose en el río. Comieron unos bocadillos después del baño y Cecilia les dijo por favor  llevarme un poco a la montaña para despedirme de  ella y sus amigos se rieron como pensando que estaba loca.
Al volver al pueblo, se dirigió a la plaza para ver al anciano y despedirse de él pero no lo encontró y pensó que él llegaría un poco mas tarde y se marchó.
Al atardecer volvió y tampoco estaba , entonces extrañada preguntó a un chico que pasaba por allí  si había visto al anciano que se sentaba todas las tardes en el banco de la plaza, el chico la miró con cara de extrañeza y le contestó que nunca había visto un anciano en aquel banco, ella insistía diciéndole  que era anciano de pelo blanco alto  y delgado , el chico le repitió que no ,que allí nunca se sentaba un hombre como ella describía.
Cecilia se marchó a su casa pero no estaba convencida con la contestación del chico  y volvió para preguntar a otras personas y todas le decían lo mismo, nunca habían visto al anciano.
Cecilia salía de viaje al día siguiente después de comer, preparó la maleta y se acostó temprano, pero seguía sin comprender que pasaba .
Apenas pudo conciliar el sueño ,su mente estaba en el anciano , y muy temprano se levantó y salió de casa camino de la montaña dispuesta a encontrarlo , pues ella sabía que no era un sueño que era una realidad y deseaba volver a verle para despedirse.
Se encaminó hacia la montaña y cuando empezaba a meterse en el bosque una linda mariposa de bellos colores, revoloteaba junto a ella y escuchó una vocecita que le decía :sígueme Cecilia  se quedó quieta y escuchó de nuevo: sígueme, entonces sin pensarlo fué  detrás de la mariposa internándose en el bosque, cuando llevaba un largo camino la mariposa se posó sobre las ramas de un roble centenario y desapareció.
En ese momento Cecilia pensó estoy loca , una mariposa que habla y la he seguido internándome en el bosque ahora estoy perdida y nadie sabe donde estoy, mis padres se asustaran por si me ha pasado algo malo.
Se sentó un poco en el suelo reposando su espalda en el árbol y se quedó dormida.
El anciano se acercó y le dijo : hola Cecilia yo soy el Musgoso que dejé la ciudad para vivir en estos montes y solo tú has podido verme. Se que vienes a despedirte  , pero tu familia estará muy asustada así que te acompañaré hasta la salida del bosque y después tu contarás las leyendas que yo te he contado, para que otras personas las conozcan. Si un día regresas a este pueblo me encontrarás en este roble pero debes venir sola. Llegaron al claro del bosque y Cecilia le preguntó anciano o debo llamarte Musgoso? Puedo darte un abrazo de adolescente humana que te quiere de todo corazón?. El anciano le contestó llámame  como tu quieras y claro que sí yo también deseo ese abrazo ,pues has alegrado la vida de este pobre musgoso ermitaño  que ayuda a los demás pero no le ven.
Cecilia empezó a caminar sin mirar atrás y en el recodo encontró a sus padres con mas personas del pueblo que habían salido a buscarla.
Ella abrazó a sus padres y les pidió perdón por el susto que os he dado pero necesitaba despedirme de alguien. Su madre preguntó de quien  mi niña? Y Cecilia muy discreta contestó de la montaña , mamá de la montaña, y con una sonrisa siguió caminando hacia el pueblo.
Por la tarde emprendió el viaje ,pensando en volver al verano siguiente al lugar donde había sido tan feliz.


                                       FIN                                                      

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