lunes, 27 de agosto de 2012

Mitos y leyendas de Canarias (La Atlándida)




Durante siglos, incluso después de la conquista española, se creyó que las islas eran las cumbres de las montañas de la Atlántida, el gran continente sumergido del cual habló Platón en su diálogo "Timeo y Critias".

La Atlántida era una gran isla, "más grande que Libia y Asia juntas", situada al otro lado de las Columnas de Hércules (el Estrecho de Gibraltar). Era dominio de Poseidón, dios del Mar, y estaba habitada por los Atlantes, descendientes de Atlas, su primer rey, hijo del mismo dios y de una mujer mortal.

La Atlántida tenía toda clase de riquezas, su pueblo era el más avanzado del mundo, y en su centro estaba la gran capital con el Palacio y el Templo de Poseidón. Sus hombres de ciencia transmitían conocimientos y civilización a los demás pueblos, con los que mantenían la paz.

Los Atlantes fueron durante muchas generaciones fieles a sus leyes de justicia, generosidad y paz. Pero con el tiempo degeneraron y se hicieron avariciosos y belicosos. Otros añaden que descubrieron los secretos de los dioses, secretos de energías cósmicas y de fuerzas capaces de destruir el género humano.

Hace unos 11.500 años, Zeus, rey de los dioses, castigó a los Atlantes y, en el transcurso de una sola noche, erupciones volcánicas y maremotos destruyeron la gran isla en un cataclismo de proporciones cósmicas.

Según la leyenda, de la Atlántida quedan a la vista sólo las islas Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde: lo que fueron las cumbres de las altas montañas del continente perdido. Pero sus palacios y templos se encuentran en el fondo del océano que tomó de él su nombre: el Atlántico.

                  "Hoy sus recios palacios los habitan delfines
                    y las algas tapizan el prado y el vergel..."




No hay comentarios:

Publicar un comentario