Hoy domingo de agosto Cecilia ha pasado el día con sus padres y sus abuelos que vinieron a pasar el
día festivo juntos. Por la tarde salió a visitar al anciano a la plaza para que le contara
una nueva historia.
Le contó el relato del Día que el Sol se apagó.
Hace muchas... muchas lunas...en un gran bosque lleno de magia y bondad... lleno de hermosas criaturas que procuraban que el bosque estuviera siempre verde y florido... que cada uno de sus árboles dieran frutos a cada cual mas delicioso... vivía una Dama del bosque que se encargaba de convertir en medicinas las plantas que el bosque la regalaba.
Ella era una sanadora... todo aquel enfermo que venia a ella, salía curado, porque además de los poderes de las plantas, ella tenia un poder especial que le había sido regalado del cielo. También tenia el don de leer las mentes de los demás....
La Dama tenia una hija... Ángela... era una belleza de criatura... una niña de dieciséis años con el cabello rubio y unos ojos azules como el mar.... Esmeralda que así se llamaba la Dama del Bosque amaba a ese maravilloso ser que la naturaleza la había regalado...
Fue el fruto de su gran amor con el único hombre que ella había amado en su vida pero que una noche desapareció, y jamás volvió a saber de el...
Pero aquel hombre la había regalado su semilla... y así nació Ángela....
Ángela amaba aquellos bosques, y se pasaba horas y horas caminando y recogiendo plantas para su madre. Todos los chicos del pueblo estaban enamorados de Ángela pero ella sentía solamente que su dueño y señor era el bosque... el cielo,... las estrellas... la luna... y sobre todo adoraba la luz y el calor del sol.
Muchas veces cuando encontraba un claro en el bosque donde el sol acariciaba la hierba...ella se tumbaba.. se fundía con la hierba y dejaba que el sol acariciase su suave piel y todo su cuerpo....
El aroma de la hierba y las caricias de los rayos del sol la llevaban a mundos llenos de magia y sus sueños eran los mas dulces que nadie se pudiera imaginar...
Una noche que paseaba por el bosque bajo la luz de la luna y las estrellas.. sintió miedo... porque... de repente... la luna desapareció dando paso a un cielo lleno de estrellas... un cielo inmensamente estrellado....
A lo lejos vio un gran resplandor... Se acercó más y más y lo que vio casi la ciega los ojos...pero aun y así, alcanzó a ver como la luna se convertía en la mas hermosa de las hadas...
A pesar de que el mar estaba muy lejos de aquellos lugares... Ángela vio perfectamente al dios de mar... Poseidón... con su radiante belleza...
Ambos... el hada y el gran dios del mar se abrazaron y besaron durante un largo espacio de tiempo. Ángela observaba petrificada como el rey del mar depositaba su semilla en el vientre del hada que anteriormente era la dulce y amada luna. Después de aquel acto de amor, que provocó el mas grande resplandor en todo el bosque... Ángela vio como la hermosa hada besó al rey del mar con el mas dulce y tierno beso de amor y se alejó volando con lagrimas en los ojos....
El rey del mar también se alejó volando hacia otro horizonte. El hada voló y voló alto y cuando estaba ya cerca de las estrellas volvió a transformarse en luna...
La luna había conseguido engendrar a su hijo... el hijo de la luna y del mar...el hijo de la magia...ese hijo que un día seria el ser mas hermoso... mas mágico y mas bondadoso de la tierra... el que devolvería la paz a un mundo lleno de dolor.... y no lo haría solo....
En esos momentos , Ángela no imaginó la importancia de ese hecho para su vida y para la vida del fruto que pronto crecería también en su seno....
Después de ver la magia que se acababa de producir, corrió a casa y se lo contó todo a su madre...
La Dama del bosque sonrió y supo que aquello era el principio de algo mágico que sin duda ocurriría en poco tiempo...
Ángela se acostó y se quedó dormida soñando con su amado sol y con el bosque que tanto amaba.
A la mañana siguiente... de madrugada... y a pesar de que estaban pasando por un crudo invierno.. amaneció el día completamante despejado y con un sol radiante como nunca antes La Dama lo había visto. Supo que ese día también ocurriría algo mágico que cambiaria su vida y la de Ángela para siempre.
La dama y Ángela pasaron el día recolectando plantas secas para medicinas...
Por la tarde, Ángela se dispuso a dar su paseo diario por aquel bosque que tanto amaba... Se despidió de su madre y se adentró en aquel mágico lugar...
El sol resplandecía con su gran belleza, y Ángela se dispuso a subir a la montaña... al claro del bosque que ella amaba y que era su lugar favorito...
Se tumbó sobre la hierba y cerró sus ojos... Se entregó a la magia que irradiaba aquel lugar... Estaba feliz... pletorica por ser tan afortunada de poder disfrutar tanta maravilla...
De repente... notó algo extraño... y abrió los ojos... Se quedó maravillada por lo que sus ojos estaban viendo...
El sol... ese sol al que tanto amaba y que cada día la acariciaba con sus rayos se estaba moviendo de una forma muy extraña... Sus rayos desprendían un brillo cegador... y Ángela vio como el sol bajaba desde el cielo y poco a poco iba tomando la forma de un ángel... un ángel blanco como la nieve y con unas alas doradas imitando el color del oro... Eran tan brillantes que casi la dejaban ciega... El ángel descendió hasta donde estaba Ángela... Se puso de pie frente a ella, que ya se había levantado de su lecho de hierba...
Lo miró a los ojos... Era un ser de gran belleza con el cabello largo y rubio y los ojos azules como el mar con una mirada intensa que a Ángela la fascinó...
Hablaba con ella sin decir nada... simplemente con sus ojos... con su mirada... y ella lo respondía... también... sin palabras...
Era como si hablaran desde sus almas. El ángel tomó a Ángela de la mano y la acercó a el.. La tomó en sus brazos, y ella se dejó hacer... Ángela se sentía tan bien... tan protegida como una mariposa dentro de su capullo esperando para salir y emprender el vuelo.
El ángel la tumbó en el suelo del cual.. de repente... comenzaron a brotar flores de mil colores...
Ángela, tumbada en aquel maravilloso lecho dejó que el ángel tomase su alma y también su cuerpo... Fue maravilloso sentirlo dentro de ella... y sentir como sembraba sus semillas en su vientre.. El amor de ambos era puro y eterno...
Mientras se consumaba este acto de amor y a pesar de que cuando el ángel bajó se había oscurecido el bosque... ahora... se notaba un gran resplandor y el cielo se llenó de estrellas que volaban de un lado hacia otro en el cielo... Era como si sembrasen música y alegría...
Después de que el ángel depositara su semilla en el vientre de Ángela, la besó en la frente con ternura y se despidió de ella... Debía volver al cielo... debía convertirse de nuevo en lo que era... el sol... el gran sol...y seguir dando luz y calor a la tierra para que siguiese siendo fértil...
Ángela sabia que la semilla del ángel había prendido en su vientre y que iba a alumbrar a un ser muy especial...
La dama del bosque supo de este acto en el mismo momento en que se consumaba.. y se sintió feliz...
Ella sabia que tanto el fruto de la luna como el del sol, serian dos seres mágicos y especiales que salvarían a la tierra de tanta devastación con el amor que iban a profesarse el uno al otro y a todo ser viviente sobre la tierra.
Ángela regresó a casa con el semblante lleno de felicidad y con un brillo especial en sus ojos. El amor había tomado su corazón y estaba feliz... por el fruto que crecía en sus entrañas ya...
Cuando llegó la hora del nacimiento de la hija del sol... la dama del bosque estaba allí para ayudarla a venir al mundo...
Nació una niña preciosa, con cabellos rubios dorados como el sol y con unos ojos azules como el inmenso mar... La llamaron Amor, porque su destino era regalar amor, y así fue como el sol y la luna tuvieron a sus descendientes...
La hija del sol.. Amor, un ser mágico y especial que cambiaria el rumbo de los sentimientos....
El hijo de la luna engendrado la noche anterior por la luna y el dios del mar... un ser perfecto que seria el vivo retrato del amor... Lo pusieron de nombre Samuel...
Samuel se crió en el bosque con las hadas... La luna... reina del bosque y de las hadas se lo cedió a ellas para que lo alimentasen de magia y amor.. Era muy importante que Samuel creciera con ese sexto sentido que solo tienen los seres especiales como las hadas y los seres mágicos del bosque...
Samuel creció lleno de amor, al igual que Amor... era un ser muy inteligente y especial....
Amor y Samuel no se conocerían hasta que fuesen adultos, por lo que cada uno se crió en un lugar diferente del bosque...
Después de haber concebido a Amor... su madre... Ángela seguía viéndose cada tarde con su amado sol, el cual se transformaba en un hermoso ángel enamorado... Ángela lo amaba con locura también...
Después de haber nacido Amor... el ángel dejó de bajar al claro del bosque... ya no le estaba permitido el contacto con Ángela a pesar del amor que por ella sentía...
Ella subía cada tarde al claro del bosque esperando en vano que su amor la tomase en sus brazos de nuevo... pero no fue así... Poco a poco.. ella se fue consumiendo... sufría demasiado por amor y no podía soportarlo...
El sol... desde el cielo se sentía desgraciado por no poder transformarse y demostrarle su amor a Ángela.
Ambos sufrían demasiado y poco a poco, ambos se fueron apagando... Ángela dejó un día de respirar y el sol, triste y abatido... dejó de regalar sus rayos a la tierra.. la cual se tornó llena de nubes.
Desde aquel día , en la tierra no se volvió a ver el sol... y los habitantes de ese mágico bosque esperan que un día el amor vuelva a brotar como antaño y el sol vuelva a brillas y a regalar sus calurosos rayos, pero esto solamente ocurrirá cuando Amor y Samuel, los hijos del sol y de la luna llenen la tierra con su magia y ya no exista la muerte... ni el dolor.... porque entonces todos los seres que han sido separados a la fuerza volverán a reunirse y a renacer de nuevo... porque las guerras y las injusticias habrán terminado para siempre.. Entonces el sol lucirá de nuevo en todo su esplendor y el amor que perdió renacerá para toda la eternidad.....