jueves, 20 de diciembre de 2018

LA LEYENDA DEL ORIGEN DEL CAFÉ- ETIOPÍA


Nilo azul- Etiopía

Por el año seiscientos vivió en Etiopía un pastor llamado Kaldi. Cierto día, Kaldi cuidaba a su rebaño de cabras cuando notó que los animales empezaron a comportarse de manera extraña. Nerviosamente, las cabras iban y venían, subían y bajaban, en un estado de agitación que se extendió durante una noche, que se volvió interminable.

Sólo a la mañana siguiente, el rebaño pareció calmarse y siguió con mansedumbre a Kaldi hacia las zonas de pasto. Hasta que unas cerezas tentadoras detuvieron su paso y, después de mordisquearlas, las cabras retomaron su conducta nerviosa del día anterior.

Kaldi observó las plantas que aparentemente habían causado el cambio en su rebaño y probó con cautela una hojita y un fruto. Lo primero que percibió fue que no se trataba de un arbusto de cerezas y que el sabor no era tan agradable como esperaba. Pero también sintió que el cansancio producido por la larga noche de insomnio se había desvanecido y era remplazado por una energía que lo impulsaba a la acción.

Kaldi tomó consigo unas ramas florecidas y con su rebañó se dirigió hacia un santuario cercano. Al llegar allí, el pastor fue llevado ante su responsable, mientras sus animales quedaban al cuidado de unos abrumados monjes.

Informados del descubrimiento, llevaron a Kaldi a la cocina y, prudentemente, este hirvió una rama con algunos de los frutos. Pero cuando probó el brebaje, le pareció tan desagradable que en un impulso arrojó el atado entero al fuego. Entonces, la cocina se vio invadida por un aroma delicioso que indujo a uno de los monjes a hacer una nueva prueba. Tomó el fruto tostado y preparó una infusión que, con su perfume cálido, atrajo a todos los monjes a la cocina.

Así nació el café, de Etiopía al mundo; probado por unas cabras, descubierto por un pastor, tostado por accidente y celebrado por unos monjes, que nunca llegaron a imaginar que esa enérgica bebida perduraría durante siglos.


Fuente: doblecremacafe

¿SABÍAS QUÉ?

El árbol de café tiene su origen en la lejana Abisinia (la actual Etiopía), en el oriente de África. El cafeto, la planta del café, es probablemente originario de la provincia de Kafa, en Etiopía, pero la cuestión no está resuelta completamente.
El café habría sido llevado desde Etiopía a Yemen—donde los sufíes lo usaban para permanecer despiertos durante sus oraciones—, para posteriormente extenderse a Arabia. Se le llamó entonces qahwa (قهوة), que significa vigorizante.
En La Meca, el 20 de junio de 1511, el emirKhair Bey observó a un grupo de hombres bebiendo café. Observó las características particulares y juntó a un grupo de doctores y juristas para decidir si la bebida se ajustaba al Corán, que prohíbe toda forma de intoxicación. Khair Bey hizo cerrar todas las cafeterías, cuando se enteró de que las críticas contra su poder provenían sobretodo de bebedores de café. El cierre de las cafeterías causó rebeliones, poco después se canceló la prohibición.
El café llegó a Europa alrededor del año 1600, gracias a los mercaderes venecianos.  Europa también el café fue prohibido una temporada y, curiosamente, por las mismas razones: se creía que la ingesta de café desarrollaba el espíritu crítico de sus consumidores.

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