Los últimos años del reino nazarí estuvieron cargados de tensión y enfrentamientos continuos entre las diferentes facciones de poder. En esta línea, la propia sultana Aixa animó a Boabdil a rebelarse contra su padre, afectada por una cuestión de celos ya que Muley Hacén tomaba en mayor consideración a la nueva favorita, la cautiva cristiana Isabel de Solís, descuidando los asuntos del reino.
Boabdil fue proclamado rey por los granadinos sublevados contra Muley en el año 1482 pero 10 años después, el 2 de enero de 1492, Boabdil perdió el reino de Granada en favor de los Reyes Católicos, poniendo estos fin a la Reconquista.
Según cuenta la leyenda, al salir de Granada camino de su exilio, volvió la cabeza para ver su ciudad por última vez y lloró. Su madre, la sultana Aixa, exclamó entonces: «No llores como una mujer lo que no supiste defender como un hombre». Debido a esto, dicho monte es conocido popularmente como el “suspiro del moro”.
Tras una breve estancia en el feudo de la Alpujarra, el depuesto rey decidió abandonar la península ibérica para trasladarse a Marruecos, debido a sus remordimientos.
Recursos: www.artehistoria.jcyl.es, http://www.wikipedia.com
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