Era una hermosa niña rubia de ojos grises y la ilusión de sus padres , pues solo tenían dos hijos varones.
Creció entre algodones con el amor de sus padres y hermanos.
Era una chica muy moderna para su época, ya que estudió una carrera ,cosa poco habitual por el año 1890.
Vivía en una pequeña ciudad castellana y sus días pasaban apaciblemente, pero una tarde todo cambió, Salía a pasear con su ama de compañía como de costumbre , ya que una señorita de su alcurnia no podía salir sola.
Conoció a un guapo muchacho que la hizo una reverencia al pasar, y desde ese día intentaba pasear por el mismo lugar para encontrarse con el.
Sus padres querían que se casara con un amigo de la familia que poseía varios títulos nobiliarios y que estaba enamorado de ella desde niño.
Pero Consuelo cada día que pasaba estaba mas enamorada del chico del paseo, y con la ayuda de su ama de compañía se veía con el.
Alfonso que así se llamaba el chico , era de una familia de clase media mas bien humilde, sus padres eran empleados del ferrocarril y una de sus hermanas también, el era peluquero y su sueldo era mísero comparado con el estilo de vida de Consuelo.
Pero el amor no entiende de dinero y ella se lo presentó a su familia.
Sus padres dijeron que la desheredaban si se casaba con el porque era una vergüenza pública para ellos.
Sus hermanos la amenazaron con matarlo, pero ella siguió adelante y se casó con el,sus padres cumplieron su promesa y la desheredaron y dijeron que ya no tenía familia.
Entonces Consuelo y Alfonso decidieron emigrar a Cuba y allí empezar una nueva vida. Llegaron a la Habana y allí se instalaron y comenzó su nueva vida , llena de luchas y de trabajo para salir adelante.
Consiguieron tener una posición social y económica muy importante y allí nacieron sus cuatro hijos, que les colmaron de felicidad, dos chicas y dos varones
Siempre el amor lo puede todo y Consuelo disfrutó de su felicidad por unos años.
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