Trabajaron muy duro tanto en su profesión, como en diversos negocios que comenzaron, pues pusieron una granja de patos y de gallinas que les ayudó a salir adelante y Alberto su esposo aparte de trabajar en el ferrocarril y en la granja vendía los huevos a muchos clientes que consiguió por su buen hacer y su honradez.
Nació su hijo mayor y le llamaron Antonio, a los dos años nació su segundo hijo llamado Miguel , y siempre deseando tener una niña que por fin llegó después de ocho años , era su mayor ilusión y la pusieron de nombre Aisaya como una amiga de la infancia de Lucia en el colegio de Navarra.
Aisaya se convirtió en el centro de toda la familia pues era una niña rubia de grandes ojos marrones que siempre sonreía .
Cuando Aisaya tenía 10 años sus padres volvieron a la ciudad , Lucia volvió. a trabajar en otro hospital nuevo de maternidad y Alberto con 48 años le ofrecieron la jubilación para meter militares en los ferrocarriles y el aceptó pues en ese momento se dedicaba a vender joyas a plazos para ayudarse.
Con los ahorros que tenían compraron dos pisos que al poco tiempo vendieron para comprar un chalet en un sitio mas bonito y elegante.
Sus hijos mayores ya estaban emancipados y solo quedaba en casa la pequeña Aisaya, que estudiaba y crecía muy deprisa para gusto de sus padres.
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