lunes, 5 de noviembre de 2018

APSARA, LA DANZA DE LA BUENA FORTUNA – CAMBOYA



La danza camboyana sobrevive a los siglos desde el tiempo de Angkor. Considerada como una de las más hermosas del mundo, la danza clásica camboyana se llama apsara.

Las apsarás eran ninfas, seres sobrenaturales que aparecían en forma de hermosas doncellas de gran belleza y elegancia que danzaban con movimientos estilizados y delicados, conservando el rostro sereno e inexpresivo mientras movían sus manos en figuras difíciles de imitar. Eran también las esposas de los gandharvas, los siervos de la corte de Indra, el rey de los dioses devas y señor del Cielo. Danzaban al son de la música realizada por sus maridos en los palacios de los dioses para entretenerlos. También danzaban en honor de los héroes caídos en las guerras.

Las apsaras podían cambiar de forma a voluntad y traían buena suerte a los jugadores y buscadores de fortuna. Las más famosas apsaras eran Urvasi, Menaka, Rambha y Tilottama (la historia de Urvasi y el mortal Pururavas guarda similitudes con el mito griego de Orfeo y Eurídice). 

En la corte de Indra hacía referencia a 26 apsaras, correspondiendo a cada una de ellas una forma distinta de arte, de manera similar a las musas en la mitología griega. Por lo general se asocian a las nubes, al agua y a los ritos de fertilidad. En el hinduismo, las apsaras inferiores son espíritus que atraen a los hombres con su belleza para ocasionarles la muerte, guardando cierta similitud con las sirenas griegas.

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